Seguidores

miércoles, 22 de febrero de 2012


























Hay que saber ver cada rastro de alegria de la vida,
cada segundo fracasado, y cada segundo de reconquista o de triunfo.
Tengo que aprender a valorar todos y cada uno de los sacrificios que a lo largo de mi
corta vida dejé atrás, para saber en que puntos de mi recorrido he de estar alerta.
Admitir mis errores y mis confusiones,     recoger  todas mis medallas. Alzarme de valor y finalmente comprender,  que sin  fallos no  hay aciertos; y que  si la vida no tuviera caídas, 
no podrías ponerte en pie, y  seguir hacia delante.

No hay comentarios: